Un paso rumbo a una mayor seguridad al andar en bici.
Cada vez que te subes a una bicicleta, tienes la oportunidad de explorar nuevos lugares, mejorar tu salud y hasta reducir tu huella de carbono; pero junto con todos estos beneficios y la diversión que experimentamos al rodar, también debemos recordar que la seguridad es una prioridad, y uno de los principales elementos que hay que considerar es el uso del casco, así que aquí tienes una guía para elegir el adecuado.
1. Evalúa sus componentes.
Un buen casco cuenta con un caparazón, fabricado normalmente de plástico, cuya función es proteger contra perforaciones y ayudar a que se deslice sobre el camino en caso de sufrir alguna caída. Además de un recubrimiento interior de espuma de poliestireno expandido con la función de disipar la energía del impacto. Y los mejores cascos tienen un recubrimiento interior extra con Sistema de Protección de Impacto Multidireccional (MIPS), diseñado para una mayor protección del cerebro contra impactos.
2. Revisa sus características.
- Ventilación: Busca que permita la circulación del aire mientras pedaleas para mantener tu cabeza fresca durante el camino.
- Ajuste: Asegúrate de que cuente con correas fáciles de ajustar y que no tengas problemas al abrocharlo o desabrocharlo. Lo debes sentir cómodo sin que se mueva de lugar y la altura debe ser de dos dedos arriba de tus cejas, para mantener una buena visibilidad.
- Talla: Es importante tener la talla correcta, para determinarla puedes utilizar algún listón para medir la circunferencia de tu cabeza y así tener una base. Las tallas normalmente van desde la extra chica, hasta la extra grande, en caso de que tus medidas se encuentren entre dos tallas, te recomendamos elegir la más pequeña para mayor comodidad.
3. Cuidados a considerar.
- No guardes tu casco en sitios muy calientes.
- No uses ningún solvente para limpiarlo.
- Es recomendable cambiarlo cada cinco años o una vez que haya experimentado un fuerte impacto.
Elegir el casco ideal es un paso rumbo a una mayor seguridad al andar en bici. Recuerda que no se trata sólo de cumplir con una norma, sino de priorizar tu bienestar. ¡Rodemos con seguridad!